El Intendente de Hurlinghan sabe que, por estas horas, juega su futuro político. Salir por la puerta grande es el desafío de quien, con 53 años, tiene hilo en el carretel para seguir creciendo. Algunos creen que podría en un tiempo no lejano ir por la Gobernación del primer estado argentino. Quizás, más de una vez, se haya arrepentido de aceptar el convite que le impuso Alberto Fernández. En Corrientes ha perdido la tranquilidad y de hecho muchos kilos en muy poco tiempo.
02-TAPA-POLITICA-6Fueron hasta ahora seis los delegados que, en las últimas décadas, lo precedieron y que no salieron bien de una Provincia que es conocida como «el cementerio de los interventores». El caso más notorio el de Vicente Joga respecto al cual se cumplió la predicción de quien dijo que saldría de Corrientes reculando y en chancletas. No sólo se cumplió la predicción sino que además Joga perdió el poder de su Provincia en manos de su delfín, y no logró recalar en la banca de senador que se había reservado por la traición de Ani Pena, esposa de otro de sus laderos más confiables.
Lo cierto es que Zabaleta llega a la hora de las decisiones. Escuchó a todos, y sabe que la política es el arte de lo posible, así como que para hacer la tortilla hay que romper algunos huevos. En los últimos días conversó, y mucho, con quienes le confiaron el mandato, incluso ayer tenía una convocatoria de Cristina Kirchner que en muchas cosas es quien tiene la última palabra.
Juanchi fue por varios años, casi una década, en sus años juveniles, copiloto en TC. Conoce la adrenalina que produce el vértigo del riesgo y la velocidad. Sabe que lo que tiene por delante son decisiones políticas, en la que el principal desafío es que la tensa calma de estas semanas no termine siendo la calma que precede a la tempestad, un límite muy fino en el que valdrá su experiencia como para pisar en terreno firme cuidando de que el armado que con inteligencia supo llevar hasta el final no quiebre equilibrios internos muy claros en el conocimiento de una realidad tan compleja como es la del peronismo correntino.
Difícilmente el Interventor esté dispuesto a comprar peleas ajenas, y menos quedar en la línea de fuego de intereses cruzados donde la racionalidad parece no encontrar lugar.
En Buenos Aires tomaron nota del panorama que descarnadamente reflejó el Interventor. Saben que el deterioro físico que muestra no es casualidad, aunque valoran la importancia del armado que en poco tiempo logró conseguir, con 23 partidos apoyando al llamado candidato invisible, al decir de Sergio Flinta.
Esta quizás sea la prioridad del Interventor. El mantener contenido a los partidos de la alianza. En este contexto si hay algo que no puede permitir es que la puja en el peronismo se lleve la mitad de los apoyos que logró consolidar. En este contexto la definición de la grilla del PJ no tiene otra praxis posible que la cirugía mayor para cerrar manu militari una lista que aleje el fantasma de la cooperativización o camporización de la oferta electoral.
En los hechos el nombre del candidato está, hace ya tres semanas. Por descarte o por no existir opciones, pero el candidato existe. La decisión de mantener el misterio, y manejar los tiempos muestra la muñeca de quien, asistido por un equipo calificado, sabe separar la paja del trigo.
Desde esta medianoche se entran en las 48 horas finales luego de las cuales alumbrará la grilla que sostendrá un candidato aceptado por unos y rechazados por otros.
Un tema no menor es que paradójicamente habrá dos campañas simultáneas: las provinciales y las nacionales. No habrá que esperar la noche del 29 de agosto para largar la carrera de unas nacionales que prometen sorpresas propias de lo que es el escenario político de Corrientes.